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Formación Enero 2018 – Creo en el Espíritu Santo

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Formación Enero 2018 – Creo en el Espíritu Santo

Con el 2018 recién comenzado y un calendario acechante que anuncia una comprometida agenda de actos para conmemorar el IV Centenario de la llegada de nuestro Titular al convento trinitario, nos vemos sumergidos, un domingo más, a nuestra
charla mensual de formación joven. Este mes, será nuestra hermana Esther Cayuelas, participante del grupo para preparación de la confirmación, la que nos narrará su vivencia de esta charla:


Siguiendo el desglose del credo cristiano, esta vez hemos estado hablando sobre la tercera figura de la Trinidad, el “Espíritu Santo”. Con las miradas llenas de incertidumbre, dudas y desconocimiento, Pedro nos hizo ver aquella parte a la que tanto nos referimos, pero, como reflexionamos, no se tiene tan presente como se debería. Es cierto que cuando pensamos en él, se nos viene a nuestra mente su equívoca representación, la paloma. Cuando digo errónea, hago referencia a que el Espíritu Santo no es un objeto, no es algo tangible que nosotros podamos tocar con las yemas de nuestros dedos. Se trata de algo más complejo. Si analizamos la palabra “espíritu”, esta proviene del griego “pneuma” que, a su vez, traducida del hebreo significa “ruah”, “soplo”. Y es que se trata de algo tan abstracto y a la vez tan sencillo que a veces es difícil de explicar. El “Espíritu Santo” es la esencia de Dios, es el aliento que nos da vida y hace que seamos humanos. Es la razón por la que razonamos, pues no seríamos el animal superior y espiritual del planeta si no tuviéramos la capacidad de comunicarnos con el resto y con nosotros mismos. Es así como Dios nos quiere, pensativos y cuestionándonos el porqué de las cosas, y no solo eso, sino también comunicándonos con los de nuestro alrededor y con nosotros mismos para crecer como persona. De mismo modo, Dios Hijo nos lo quiso hacer ver así en cada una de las parábolas que nos transmitía. En ellas nos mandaba un mensaje, pero siempre haciendo que reflexionáramos nosotros mismos su significado. Un significado que a día de hoy nos cuesta resolver, incluso comprender en ocasiones. En nuestro caso, hemos podido comprender el significado de esta tercera figura de la Trinidad: esencia de Dios, que nos da el aliento necesario para continuar, la que lucha con nuestros propios demonios y nos hace humanos que razonan, comunican y en ocasiones dan ese mismo aliento a las personas que, por un instante, han podido perder esa parte humana que tanto nos caracteriza.