Agradecimiento
En esta cuaresma de 2021, en las que las circunstancias sanitarias nos impiden normalidad en todas las celebraciones de nuestra querida hermandad, tanto en el ámbito cuaresmal, como en el devenir del día a día de nuestra corporación, es un momento fundamental para reflexionar profundamente, sin melancolías y sin sentimientos, nobles y legítimos, que nos impidan ver el auténtico horizonte de nuestra cofradía. Por ello en esta breve reflexión, cargada siempre de esperanza, queremos dar gracias por todos los dones recibidos en este tiempo de pandemia, pero sobre todo en nuestras vidas del día a día, en comunión y en fraternidad, lejos de estereotipos que nos impidan en auténtico camino de fe y compromiso en este colectivo de hombres y mujeres que testimoniamos nuestro amor al Señor de la Vida y de la Gracia, por todo ello queremos dar “GRACIAS”
En primer lugar, nuestra acción de gracias a Dios Trinidad, por hacernos hijos suyos y haber sido elegidos para testimoniar con nuestros actos a la segunda persona del misterio trinitario, Jesucristo Redentor. A nuestra Orden Trinitaria y a la comunidad parroquial, por su acogida en su casa nos apoyan y ayudan a realizar nuestra labor. Nuestro agradecimiento, también, a cuantos hombres y mujeres, hermanos y allegados de nuestra cofradía, hacen posible esta hermosa realidad de nuestra gran familia del alpargate, en cualquiera de sus realidades que, muchas son, y no queremos dejar a nadie atrás. A todos aquellos que desde su silencio, oración, fidelidad y compromiso nos animan y ayudan a nuestra labor, en especial a nuestras queridas hermanas del monasterio de la Encarnación.
No podemos de dejar de reconocer nuestro agradecimiento a tantos y tantas, que con su granito de arena, han hecho más fácil superar estos momentos duros de la pandemia y hacerle llevar más llevaderamente su situación laboral y familiar.
Agradecer a todos los sacerdotes, que con sus palabras y celebraciones litúrgicas, nos han enriquecido nuestro compromiso de fe durante este tiempo cuaresmal y todo el año de formación y religiosidad.
A nuestros jóvenes, a los no tan jóvenes, agrupación musical, costaleros, hermanos de luz, y a tantos con su paciencia han dado ejemplo de madurez, seriedad y aceptación en este difícil tiempo de incertidumbre y de espera.
Nuestro agradecimiento a la tan querida familia, que ha querido ofrendar a nuestro Titular, la corona de espinas que en el mes de mayo de 2019, le robaron a nuestro Cristo de Gracia, y hoy de nuevo estará sobre su cabeza.
Gracias a todos, sin excepción, que nos ayudan en este caminar y no queremos dejar atrás.
Sencillamente ánimo, esperanza, confianza y de todo corazón, a todos, que Dios, por medio de su Hijo Jesucristo y de su Santísima Madre os bendiga por siempre.
